lunes, 7 de diciembre de 2009

¿POR QUÉ APRENDIZAJE AUTODIRIGIDO?


hemos aprendido cómo aprender. ¿Por qué es un hecho trágico? Hay razones inmediatas y a
largo plazo.


Una razón inmediata es que existe la evidencia de que las personas que toman la iniciativa en su aprendizaje (estudiantes pro-activos) aprenden más cosas y mejor que las personas que se sientan a los pies del profesor de forma pasiva, esperando a ser enseñados (estudiantes reactivos). 2 Los primeros entran en el aprendizaje con más determinación y con una mayor motivación. También tienden a retener y hacer uso de lo que han aprendido mejor y durante un mayor tiempo que los estudiantes reactivos.


Un segundo motivo inmediato es que el aprendizaje autodirigido está más en sintonía con nuestro proceso natural de desarrollo psicológico. Cuando nacemos tenemos personalidades completamente dependientes. Necesitamos a nuestros padres para protegernos, alimentarnos, llevarnos y tomar decisiones por nosotros. Pero, a medida que crecemos y maduramos, desarrollamos una necesidad psicológica cada vez más profunda de ser independientes. Primero, del control de los padres, y después, del control de profesores y otros adultos. Un aspecto esencial de esta madurez es desarrollar la habilidad de tener una creciente responsabilidad de nuestras propias vidas (para ser cada vez más autodirigidos).


Una tercera razón inmediata es que muchos de los nuevos desarrollos en la educación (nuevos currículum, enseñanza abierta, centros de recursos de aprendizaje, estudio independiente, programas de estudio no tradicionales, programas de titulaciones externas, universidades abiertas y otras) ponen una gran responsabilidad sobre los estudiantes para que lleven la iniciativa en su propio aprendizaje.


Los alumnos que entran en estos programas sin haber aprendid o las habilidades del aprendizaje autodirigido abordan la experiencia con ansiedad, frustración y, frecuentemente, fracaso; y con ellos sus profesores. La rápida extensión de este problema a las universidades y a la educación de adultos es precisamente lo que ha hecho que se escriba este libro.


Pero también hay una razón a largo plazo por la cual es trágico que no hayamos aprendido a
aprender, y es probablemente más importante que todas las razones inmediatas juntas. Alvin Toffler llama a esta razón “shock futuro”.3 Estamos entrando en un extraño nuevo mundo en el cual su única característica estable es el cambio constante. Y esta simple verdad tiene implicaciones radicales para la educación y el aprendizaje.


Por sí mismo, implica que ya no es realista definir el propósito de la educación como la transmisión de lo que se conoce. En un mundo en el que la vida media de muchos hechos (y habilidades) es de 10 años o menos, la mitad de lo que una persona ha aprendido cuando tenía 20 años puede quedar obsoleto cuando esa misma persona tenga 30. Por eso, el propósito de la educación debe ser desarrollar la habilidad de investigar.


Cuando una persona abandona la escuela debe tener no sólo los fundamentos del conocimiento adquirido en el curso de su aprendizaje, sino que también, siendo incluso más importante, debe tener la capacidad de continuar adquiriendo nuevos conocimientos fácil y hábilmente durante el resto de sus vidas.


Una segunda implicación es que debe haber algo diferente en la forma de pensar acerca del aprendizaje. Típicamente, pensamos en el aprendizaje cómo aquello que tiene lugar en la escuela (lo que “es enseñado”). Para adecuarnos a nuestro nuevo mundo debemos comenzar a pensar en aprender como lo mismo que vivir. Debemos aprender de todo lo que hacemos; debemos explotar cualquier experiencia como una “experiencia de aprendizaje”.


Cualquier institución en nuestra comunidad se convierte en un recurso para aprender, así como cualquier persona a la que tengamos acceso. Aprender significa hacer uso de cualquier recurso, dentro o fuera de las instituciones educativas, para nuestro crecimiento y desarrollo personal.



Una tercera implicación es que ya no es adecuado equiparar aprendizaje con juventud. En la civilización de nuestros antepasados, era posible aprender en su juventud casi todo lo que necesitarían a lo largo de su vida. Pero éso ya no es verdad. La educación (o mejor aún, el aprendizaje) debe definirse como un proceso durante toda la vida. El aprendizaje primario durante la juventud debe proporcionarnos las habilidades para investigar y el aprendizaje después de la escolaridad se centra en adquirir el conocimiento, actitudes, compresión, actitudes y valores requeridos para vivir adecuadamente en un mundo en constante cambio.



Para resumir: el porqué del aprendizaje autodirigido es la supervivencia. Claramente, no estamos hablando de algo que sería bueno o deseable; ni estamos hablando sobre una moda pasajera en educación. Estamos hablando de una competencia humana básica: la capacidad de aprender por uno mismo, que de repente se ha convertido en un prerrequisito para vivir en el nuevo mundo.


Mella O, Gutiérrez G, Maurizi M LA EDUCACION A DISTANCIA ROL Y PERSPECTIVAS EN LA SOCIEDAD GLOBAL 1999

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